1. No le expongas directamente al sol 

A los bebés menores de seis meses no se les debe exponer directamente al sol. Así que llevad siempre con vosotros una sombrilla o mantenerlos en un lugar fresquito y a la sombra, como debajo de un árbol si os encontráis en un parque.  

2. Crema sí, pero no en exceso

3. Paseos cortitos bajo el sol 

Durante los primeros meses de vida del bebé es recomendable dar paseos por el sol con él de entre 5 a 20 minutos para que sus huesos obtengan vitamina D. En verano se deben evitar el sol entre las 11 y las 16 horas ya que son las horas más calurosas del día y el organismo del bebé tiene una capacidad reducida para eliminar el calor a través del sudor, por lo que el riesgo de sufrir un golpe de calor es más elevado. 

4. La ropa es el mejor escudo contra el calor

Los niños, especialmente los más pequeños, deben llevar siempre una gorra o sombrero para protegerse del sol. Además, durante el verano la ropa más adecuada para nuestros hijos será de algodón puro, holgada y de color claro. También existen ya trajes de baño y camisetas que protegen del sol y que son perfectas para la playa o la pisci. 

5. La hidratación es muy importante

Para mantener a raya los golpes de calor es muy importante mantener la hidratación de nuestros hijos. Para ello hay que darles de beber tanto líquido como sea necesario y de manera más o menos frecuente. 

6. Protege sus ojos del sol

Es importante también proteger sus ojos de los rayos solares. En los primeros meses es suficiente con poner una gorra al bebé, porque está protegido cuando está en el cochecito con la sombrilla pero, después, es mejor ponerle unas gafas de sol.